Carnaval de Mazatlán
La cultura es uno de los factores que sirve para fomentar el bienestar social, y las actividades artísticas y culturales que en el pueblo de Sinaloa se ven expresadas en una festividad popular como lo es el Carnaval Internacional de Mazatlán.
Este tipo de actividades contribuyen a la formación de expresiones populares que enriquecen la cultura de los sinaloenses y de todos aquellos que visitan año con año este conocido carnaval, uno de los más alegres y de más larga tradición en el país.
Los historiadores dicen que se inicia este carnaval en el siglo XIX con los primeros pobladores indígenas pero con influencia española, algunos cronistas aseguran que esos mitotes tuvieron motivo cuando llego el primer buque a Mazatlán en el año 1823.
Desde entonces cada año se escucha el himno del carnaval conocido como los Papaquis (que los investigadores lo adjudican al apócope de los aztequismos Papaqui, que es alegrarse del mal ajeno y Papaquiliztli, júbilo o alegría debida al mal ajeno).
En la actualidad el carnaval es una fiesta en donde predomina la alegría, la música y diversas tradiciones como son el lanzarse harina que ponen en cascarones, pero en los barrios del abasto hay verdaderas batallas campales, pues se lanzan piedras.
Este festival es para los mazatlecos es el más esperado durante el año, es una verdadera festividad donde el gobierno contribuye mucho para la realización de esta fiesta, con la idea de brindar al pueblo una sana convivencia social.
Se inicia desde el momento en que se da a conocer a la ganadora del Carnaval de Mazatlán, y al Rey Feo, se preparan con anticipación carros alegóricos, grupos de bailes, y una gran participación de artistas tanto nacionales como internacionales.
En un país tan rico en tradiciones como lo es México el Carnaval de Mazatlán viene a confirmar es espíritu alegre y cordial de su gente.
Los vistosos trajes que todos los participantes del carnaval portan, dan un toque de color y coquetería que a todos gusta, los grupos de bailarines que participan se hacen acompañar por grupos musicales que cada uno lleva para marcar el ritmo del baile.
Esta diversidad de acordes musicales le imprime a este carnaval una alegría muy especial, porque los visitantes no dejan de corear o acompañar también bailando a las comparsas cuando pasan frente de ellos.