Estadio Olímpico Universitario
Es un estadio multiuso perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México, en el Distrito Federal, es el segundo estadio más grande de México después del Estadio Azteca, tiene una capacidad de 63.186 espectadores. Fue la principal sede los Juegos Olímpicos de 1968.
Ubicado en una hondonada situada en el Pedregal de San Ángel, se colocó la primera piedra de este recinto deportivo el 7 de agosto de 1950, siendo inaugurado el 20 de noviembre de 1952 en una ceremonia encabezada por el presidente de México Miguel Alemán Valdés y el rector de la UNAM Luis Gil Borja, con ocasión de la inauguración del conjunto arquitectónico de la Ciudad Universitaria de México, pocos días después fue testigo del clásico universitario de football americano entre los Pumas de la UNAM y los Burros Blancos del IPN, del cual resultó victorioso la UNAM con un marcador de 20-19.
Ha sido seleccionado como sede de eventos internacionales de gran magnitud como los Juegos Olímpicos de 1968, el Campeonato Mundial de Fútbol de 1986, los Juegos Panamericanos de 1955 y 1975, el Campeonato Panamericano de Fútbol de 1956, los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1954 y 1991 así como la Universiada de 1979.
Es obra de los arquitectos Augusto Pérez, Raúl Salinas Moro y Jorge Bravo. La idea de los artistas fue el de darle una forma especial para que pareciera el cráter de un volcán, haciendo alusión al xitle, este fue el volcán que destruyó la cultura prehispánica asentada en cuicuilco. Durante los Juegos Olímpicos de 1968 se promocionó al Estadio de la Ciudad Universitaria con la forma de sombrero de "charro" ya que en el extranjero se asocia mucho a los mexicanos con los mariachis. El "Estadio Universitario", nombre original, fue construido ex-profeso para la práctica del fútbol americano.
En el costado oriental del estadio se encuentra un mural de Diego Rivera, denominado "La Universidad, la Familia Mexicana, la Paz y la Juventud Deportista". En la construcción de este relieve en piedras de colores naturales se muestra el escudo universitario, con el cóndor y el águila sobre un nopal. Bajo sus alas extendidas, Rivera colocó tres figuras que representan a la familia: el padre y la madre entregando la paloma de la paz a su hijo. En los extremos se encuentran dos figuras gigantescas que corresponden a unos atletas, hombre y mujer, que encienden la antorcha del fuego olímpico. Una enorme serpiente emplumada, la imagen simbólica del dios prehispánico Quetzalcóatl, complementa la composición en la parte inferior.
Diego Rivera tenía pensado cubrir toda la parte exterior del Estadio con diseños parecidos a este, pero la muerte del artista lo impidió.