Quiahuiztlan
Zona arqueológica y antigua ciudad totonaca en el Estado de Veracruz, México. Se ubica en el municipio de Actopan sobre el Cerro de los Metates cerca del Pueblo costero de Villa Rica.
El nombre del sitio es de origen náhuatl, se compone de "Quiahui", lluvia y "tlan", lugar; es decir Quiahuiztlan o Quiahuixtlan significa "El lugar de la lluvia". El sitio se encuentra sobre el Cerro de los Metates (referido también como Cerro Bernal), llamado así porque en él se han encontrado muchos pequeños metates enterrados, el ecosistema de la zona es sabana tropical, entre la vegetación existen cactus, arbustos y algunas plantas con propiedades medicinales como la quina (paludismo), guácima (diarrea), púan (sarampión), árnica, palo volador, palo verde, moral, chaca o palo mulato y flor de día. El Cerro de los Metates se encuentra en la llamada Faja de Totonacapan que limitada al Norte por el río Nautla y al Sur por el río Actopan.
Esta zona tuvo tres funciones. Fue ciudad con cerca de 16 mil habitantes; cementerio en el que se hallaron restos de 78 tumbas dispuestas en tres cementerios principales, y fortaleza, puesto que en todas las estribaciones del cerro se pueden observar muros defensivos de diversas dimensiones, hecho que causó admiración a las primeros hispanos, por ello la mencionan en sus relaciones.
Desde tiempos precerámicos existieron grupos humanos en Roca Escondida y otros lugares de la franja costera central del golfo; se sabe de su desarrollo porque se localizó cerámica similar a la de Tehuacán, considerada una de las más antiguas de México. En el Preclásico Medio esos hombres experimentaron el influjo de la cultura olmeca lo que produjo los elementos característicos del grupo totonaca. El territorio totonaca cubrió la serranía poblana y las llanuras costeras. Sus "fronteras" variaron con el tiempo de norte a sur, desde los ríos Cazones hasta el Papaloapan.
La pirámide se yergue imponente sobre la ribera norte del río Atoyac, por lo que en lo alto de ella, es posible apreciar la corriente de éste y los poblados modernos que se encuentran en los alrededores, así como las ruinas de la antigua población española de Santiago Huatusco, cabecera municipal de la región durante la época colonial, hasta que fue sustituida por otra población, cuyo nombre actual es Carrillo Puerto.
Como otros varios lugares de la región, en su momento Quauhtochco cayó ante los embates de los integrantes de la Triple Alianza. El templo que corona a la Pirámide Central es testigo fiel de la conquista de la ciudad por Texcoco, alrededor del año 1450 d.C.
Las habitantes de Quiahuixtlan adecuaron parcialmente áreas del cerro Bernal mediante terrazas; éstas tuvieron función doble: sirvieron como retenes a los espacios ganados a las colinas evitando la fuga de tierra acumulada en ellas, y a la vez fueron muros defensivos que dificultaron el acceso a los invasores. Sin embargo, el éxito no fue total; en dos ocasiones fueron invadidos y sometidos por pueblos venidos del altiplano mesoamericano.
La primera invasión ocurrió en el ocaso del 800; entonces la presencia tolteca en la zona es innegable. Sus restos se encontraron en una estructura subyacente en el Cementerio Oriental y en las subestructuras de los edificios mayores del Complejo de los Cementerios. La técnica de construcción fue cuidadosa; en las fachadas se usaron piedras pequeñas bien labradas en forma de prisma rectangular a manera de bloques perfectamente adosados, que luego se cubrieron con estuco de dureza notable.
La segunda invasión sucedió a principios de 1200 y la llevaron a cabo los aztecas. A este momento corresponde la cubierta principal de los edificios y los cementerios con mausoleos, características distintivas de esta zona.
Según datos arrojados en la investigación arqueológica la ciudad fue abandonada durante la conquista y luego repoblada por tribus nómadas.
Si bien destacan los cementerios en el lugar, por lo que se menciona a Quiahuixtlan como un "cementerio totonaca", Quiahuixtlan fue toda una ciudad y así lo indican sus vestigios arqueológicos que consisten además de cementerio en plazas, terrazas, escalinatas, muros y un juego de pelota entre otros elementos.
Cementerio central. Subiendo unos pocos escalones desde el estacionamiento acondicionado en el lugar se llega al Cementerio Central, en éste existen 2 tumbas de entierros primarios y 32 tumbas de entierros secundarios. Al oeste está el palacio con tres escalinatas y alfardas, hacia el mar está la Plaza central.
Plaza central. En ésta destaca la Pirámide 1 cuya fachada mira al sur (hacia el Peñón), sobresale por su tamaño y decoración. La Pirámide 2 cuya fachada da al poniente (a espaldas del mar) tiene una piedra incrustada en la cúspide al estilo mexica, por lo que se le ha nombrado la pirámide de los sacrificios.
Cementerio oriente. Ubicado al norte del complejo se forma por 23 tumbas que no miran hacia el mar sino al poniente y al sur, éste cementerio se construyó sobre una estructura cuyos cimientos persisten que data de 800.
Coatepantli. Estructura donde se encontró un adoratorio, por su ubicación al extremo de la terraza y su visibilidad se piensa que es un punto de vigía.
Cementerio norte. Constan dos hileras de tumbas que suman 24, una por el este y otra por el norte. Desde este lugar la vista al mar magnífica. Bajando unos 100 escalones se llega a la Plaza oriental.
Plaza oriental. Constituía el área civil de gobierno y justicia, en ella existe una pirámide esperando ser rescatada. Sobresale un edificio dividido a la mitad mediante un pasillo estrecho, a esta construcción se le llama "Los Gemelos". Se piensa que cada uno de estas construcciones que componen a este edificio eran adoratorios de los dioses mexicas Tlaloc y Huitzilopochtli, que como se sabe durante la segunda invasión impusieron a sus dioses.
Juego de pelota. En forma de "I" y junto a una hijea blanca está este juego de pelota con graderías a los lados.
Para llegar se toma la carretera costera Cardel-Nautia (federal 180); en este punto comienza la desviación que llega hasta el estacionamiento principal, cercano a este complejo arquitectónico funerario.