Bonampak
La antigua ciudad y hoy zona arqueológica de Bonampak,se encuentra ubicada en el municipio de Ocosingo Chiapas y esta enclavada en la Selva Lacandona, ofrece un retrato de la vida de los antiguos mayas, gracias a sus pinturas murales que han resistido el embate del tiempo.
Bonampak, cuyo significado en maya es "Muros Pintados" por sus afamadas pinturas, contiene además importantes estelas y dinteles, así como edificios de mampostería, representativos de esta gran civilización, que fueron construidos entre los años 580 y 800 d. C.
Tuvo su gran esplendor a finales del período Clásico Maya bajo el gobierno de Jaguar Ojo-anudado II, quien subió al trono en el año 743, conmemorándose sus conquistas en el dintel 3 del Edificio de las Pinturas; posteriormente, fue abandonada alrededor del año 800 D.C.
Se dice que fue descubierta por Giles Healy en 1946, al seguir a los lacandones que se dirigían a realizar cultos en los edificios de la ciudad. Sin embargo, como en muchos otros casos, los indígenas ya conocían la localización del sitio, y el hallazgo se atribuye hoy a dos de ellos: José Pepe Chambor y Acasio Chan.
A la fecha sólo se ha explorado y abierto al público el conjunto de la Gran Plaza y la Acrópolis, que limita esta zona arqueológica al sur, por encontrarse ahí el célebre edificio de las pinturas murales.
El Templo de las Pinturas esta al pie de una colina natural terraceada, junto a otras dos edificaciones, cuyo conjunto se eleva hasta 46 metros de altura.
La construcción tiene tres puertas que conducen a igual número de cámaras independientes, decoradas con pinturas que datan del año 790 y que se realizaron al fresco, sin bocetos, sobre un recubrimiento de estuco, lo que indica que cada cuarto fue pintado en una sola sesión corta; los dinteles de cada entrada, tienen labradas escenas de la captura de enemigos por dos gobernantes de Bonampak y uno de Yaxchilan.
En la primera habitación se representa una procesión de sacerdotes y nobles que charlan entre sí, acompañados de una orquesta que toca trompetas de madera, tañe tambores y otros instrumentos. El segundo cuarto muestra una escena bélica, con prisioneros a los que les son arrancadas la uñas de sus dedos y están sentados ante el Señor Chaan Muan. En el tercero se observa una ceremonia con bailarines ricamente ataviados con máscaras de dioses, y se ve también a la familia gobernante punzándose la lengua con agujas de maguey hasta sangrar. La escena, de gran realismo, está acompañada por fechas numerales y los nombres de los participantes.
Los murales de Bonampak son uno de los descubrimientos más importantes en la zona del México Antiguo, considerados como los mejores frescos de América. Fueron realizados 658 años antes de Leonardo de Vinci y probablemente sea el testimonio que ofrece una compleja visión de la sociedad prehispánica maya, acercándonos a la vida de la corte con tanto detalle.
En la cámara dos están la llamada tradicionalmente “Batalla de Bonampak”, que se considera como el espacio central de toda la estructura arquitectónico-pictórica de la zona arqueológica.
Después de temporadas de conservación y restauración, nuevos datos señalan que la acción del mural se desarrolló al aire libre y que sobresalen 12 personajes, dos prisioneros y 10 personas de alto rango, mismas que miran hacia el centro de la acción, donde se encuentra el señor “Cielo ave Muan”, con un prisionero a sus pies y dos señores a su lado. El cautivo viste un simple taparrabo de color azul y como único adorno tiene una orejera blanca en forma de flor que contrasta con el atavió de los otros participantes.
Una reciente interpretación consigna que, a diferencia de otros murales de temáticas bélicas prehispánicas (Mulchic o Cacaxtla), no hay sangre vertida, lo que sugiere que representa en realidad una guerra de toma de prisioneros para esclavizarlos o sacrificarlos, no para exterminar enemigos: la victoria del gobernante “Cielo ave Muan”, como una “fotografía del recuerdo” después del combate.