José Clemente Orozco
Pintor mexicano, nacido en Zapotlán el Grande, Jalisco, en 1883. Aún siendo un niño, conoció a José Guadalupe Posada, el ejemplo de cuyos grabados lo indujo a interesarse por la pintura.
Es un pintor, no un ideólogo por tanto, su obra no tiene intención propagandística. En los murales del Paraninfo, la crítica a los errores del marxismo es patente en las figuras famélicas y hambrientas. Añade a su habitual paleta colores verdes, amarillos y rojos que acrecientan la expresividad de estas obras.
En 1946 recibe el Premio Nacional de Arte y Ciencias de México y en 1947 expone en el Palacio de Bellas Artes; muere en Ciudad de México en 1949, siendo enterrado en la Rotonda de los Hombres Ilustres, en la Ciudad de México.
Su obra se enmarca en el grupo de pintores y muralistas mexicanos, junto a Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. Estos muralistas expresionistas mexicanos anticiparon las tendencias neorepresentativas o neoicónicas que se dieron hacia 1960.
A diferencia de Rivera y Siqueiros, Orozco retrata la condición humana de forma apolítica; se interesa por valores universales y no insiste tanto en valores nacionales, de ahí que sus imágenes más características comuniquen la capacidad del hombre de controlar su destino y su libertad ante los efectos determinantes de la historia, la religión y la tecnología.
El afán de lograr en sus cuadros recios efectos emotivos dio a sus obras simplicidad de línea y color y prestóles audacia en la interpretación de motivos contemporáneos y valores sociales.