Feria del Cafe y el Huipil
La fiesta es una gran mezcla de alegría popular, música, danzas prehispánicas, hermosos vestidos, juegos pirotécnicos, todos estos dedicadas a las divinidades e interpretadas con majestuosidad por sus creencias religiosas y así como el sonido de algunos micrófonos modernos que dan un sorprendente dinamismo al evento.
Desde el siglo XVI, Cuetzalan, Puebla, festejaba ya sus fiestas con mayor importancia que las privadas hechas a menor escala (como bautizos, bodas o funerales), pues las primeras consistían en bailes de salón y tarima, peleas de gallos, encamisadas y danzas, las cuáles lograban ser una verdadera feria para indígenas y mestizos.
Desde el año 1949 se instituyó la Feria Nacional del Café debido a que es el cultivo de mayor importancia en la economía de la región, y desde entonces año con año, el 4 de octubre día del Santo Patrono San Francisco, se lleva a cabo ésta celebración.
En un principio se erigió como una celebración en donde la reina del café, una joven de la población, debía competir entre otras para obtener el triunfo por medio de votos, para ello se realizaba un baile y de ahí el cómputo.
Después en el año de 1987 se dio un cambio, la reina del café fue electa en un concurso de personalidad y belleza, lo cual le dio un giro diferente. En un principio se hacía entre la gente del centro; los coyumes eran quienes tomaban parte, mientras que los maceguales se relegaban a segundo plano, pero sin dejar de intervenir en ésta suntuosa celebración.
Esta feria, sin que haya sido su objetivo, empezó a desplazar lentamente la fiesta indígena, llegando a ser la fiesta del mestizaje, tomando en cuenta esto, algunas personas que fundaron en el año 1962 la Feria Nacional del Huipil, rescatando así las tradiciones que le darían al pueblo indígena su lugar, alimentando con esto la conservación de la pureza de la fiesta indígena.
Anualmente ambas ferias se realizan hacia finales de septiembre y principios de octubre.