La Guelaguetza
Es una celebración que tiene lugar en la ciudad de Oaxaca de Juárez, capital del estado de Oaxaca. La Guelaguetza forma parte de los cultos populares a la Virgen del Carmen, razón por la que se celebra los dos lunes más cercanos a la festividad católica de esta advocación mariana (el 16 de julio). Otro nombre con que se conoce la Guelaguetza es el de Los lunes del Cerro, puesto que el corazón de la festividad es el cerro del Fortín, que domina el centro de la ciudad de Oaxaca. La palabra tiene origen zapoteco, y se supone que designa la acción de ofrendar, compartir o regalar.
Situada al pie del Cerro del Fortín, la ciudad de Oaxaca de Juárez se viste de fiesta para celebrar una antigua celebración de orígenes prehispánicos. Con la llegada de los aztecas en 1486 comenzaron a celebrarse los ritos propios de su cultura, uno de ellos era el dedicado a la diosa Centeótl, la diosa del maíz. La celebración se llevaba a cabo los últimos dos lunes del mes de julio y tenía como objetivo asegurar la fertilidad de los campos. En estas dos semanas de ritos, danzas y ofrendas, una bella doncella era considerada la encarnación en persona de la diosa Centeótl, para al final ser sacrificada en honor de la misma, por lo que con la llegada de los españoles en el siglo XVI esta práctica fue prohibida. Incluso los misioneros dominicos construyeron exactamente sobre el lugar del altar azteca el Templo del Carmen Alto.
A partir de entonces, los misioneros católicos impusieron una nueva celebración entre la población oaxaqueña, la de la Virgen del Monte Carmelo.
Conforme pasan los años, esta nueva celebración mestiza adquiere mayor popularidad y debido a que los participantes del resto del estado regalaban artesanías, comida y otros productos a los asistentes al evento, se le comenzó a llamar Guelaguetza, que en lengua zapoteca significa dar ofrendas, regalos
Más adelante, el gobierno del estado construye un teatro al aire libre con capacidad de más de 11 mil asientos sobre el mismo Cerro del Fortín. Actualmente, aquí se celebran los numerosos espectáculos de música y danza folclórica que hábilmente ejecutan los representantes de las distintas regiones de la entidad, entre ellos, La Danza de los Guerreros Jóvenes, los bailes de los Mazatecos, la interpretación de los Jarabes Serranos y los del Valle, entre muchas otras expresiones culturales que hacen de este, uno de los más espectaculares eventos del folclor mexicano.