Día de Muertos en Naolinco
En este hermoso y típico lugar dedican el 29 de octubre a los que mueren asesinados o en un accidente. Desde esta fecha los altares ya están puestos.
El día 30 se celebra a los niños del limbo, que mueren sin el sacramento del bautismo. Ese día agregan al altar dulces, juguetes de madera y algo especial que pertenecía al "difuntito".
El 31 se le dedica a lo "chiquitos" o a los humanos muertos en la edad infantil. El primero de noviembre es la fecha dedicada a los fieles difuntos o los muertos grandes. Para entonces los cigarros, el aguardiente y el machete ya forman parte de la ofrenda.
El 2 es el día que está dedicado a la visita del cementerio. Los naolinqueños llevan sus coronas coloridas diseñadas para alegrar al difunto, con frescas y diversas flores y luces, con flores naturales o artificiales, cruces florales, velas, veladoras que depositan sobre o en el interior de las tumbas.
A partir de las 12 horas en la capilla llamada "descanso" se celebra la misa en recuerdo de los difuntos. Permanecen a lo largo de toda la noche en el panteón a la luz de los cientos de cirios que se colocan en las tumbas de sus muertos.
Cabe destacar un pequeño detalle, en la ofrenda no puede faltar el agua, pues la creencia en el lugar es que a los muertos se les reseca la boca y hay que mitigar la sed con agua, el líquido vital presente espiritualmente, pues la sed satisfecha evita que los muertos anden sedientos en los caminos del más allá.